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Nuestro cuerpo, está constantemente utilizando energía para que todo funcione como debe ser, literalmente cada cosa que hacemos durante el día requiere una inversión energética que suele suplirse a través de un buen ciclo del sueño y una ingesta de alimentos de cada grupo alimenticio que contribuyan a una dieta balanceada. Es en este punto donde toma relevancia la Relación del Ciclo del sueño y las ganas de comer dulce. A continuación, te explicaremos las consecuencias de no priorizar un sueño sano y una dieta balanceada.
A algunas personas, en ciertas ocasiones por factores como la falta de tiempo o el estrés, se les dificulta que establecer horarios fijos tanto para dormir como para comer por lo que comen muy mal o directamente no lo hacen y esto, sumado a dormir poco o nada es una combinación muy desfavorable para tu salud.
Teniendo en cuenta que, dormir bien es una fuente de energía que nos mantiene funcionales durante el día, es importante resaltar la importancia de un buen ciclo del sueño y cómo es que esto nos ayuda a optimizar áreas fundamentales de nuestra vida.
Cuando no dormimos bien, nuestro cuerpo, que se esfuerza por mantenerse funcionando de la mejor manera que sea posible, por lo que opta por alternativas que le den la energía que necesita. Infortunadamente algunas de estas opciones pueden ser dañinas a largo plazo.
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Adormecimiento: Aproximadamente dura 10 minutos y en este lapso de tiempo disminuye el tono muscular y los ojos inician a experimentar movimientos lentos.
Sueño ligero: Durante esta fase del sueño, disminuye el ritmo cardiaco y respiratorio.
Transición hacia el sueño profundo: Su duración es de 2 a 3 minutos y el propósito del cuerpo es avanzar a un sueño más profundo, por lo que bloquea la intensidad sensorial, de modo que si nos despertamos en esta etapa podríamos experimentar confusión.
Sueño delta: Es esta etapa se determina la calidad y eficiencia del sueño porque es aquí donde el cuerpo se recupera física y mentalmente.
Fase del sueño REM: en esta fase del sueño es cuando nuestro cerebro se encuentra más activo ya que es ahí cuando sucede la regeneración cerebral, la actividad d ellos genes y la reparación de las moléculas. Así mismo en esta etapa del sueño, que dura alrededor de dos horas, es cuando se producen los sueños.
Sabemos que, al crecer, nuestras responsabilidades crecen con nosotros y cada vez puede ser más difícil recuperar la energía a través del sueño, pero, lo cierto es que no tener en cuenta la importancia de un buen ciclo del sueño traerá consecuencias a largo plazo como Insomnio crónico, defensas bajas, problemas metabólicos o enfermedades como depresión y ansiedad.
Actualmente, es muy fácil el acceso a comidas altas el calorías y grasas trans, así como bebidas azucaradas que son perjudiciales para nuestra salud. Una alimentación a base de estos alimentos a largo plazo traerá contraindicaciones a nuestro cuerpo. Por esto es importante visitar un nutricionista que nos indique una dieta balanceada y sana. Ahora, te explicaremos la importancia de una dieta balanceada y cómo es que, si no le damos la prioridad que merece, haremos daño a nuestro cuerpo.
Una dieta balanceada proporciona alimentos de todos los grupos alimenticios a nuestro cuerpo. Esto engloba proteínas, verduras, frutas, granos, y lácteos. A continuación, te daremos algunos consejos para tener una alimentación correcta y saludable.
Para muchas personas el tema del sueño y la alimentación no tienen nada que ver, pero, lo cierto es que son dos pilares fundamentales de la fisiología que nos permiten obtener la energía para vivir diariamente de forma óptima.
Algunas personas expresan la necesidad de comer dulce en algunos momentos del día e incluso en muchos de los casos manifiestan que sucede justo después de almorzar. Este fenómeno tan común tiene una explicación lógica que aborda una problemática a raíz de la falta de sueño y la eliminación de comidas fundamentales como el desayuno.
Anteriormente mencionamos la importancia tanto de un buen ciclo del sueño como de una dieta balanceada aportan energía a nuestro cuerpo. Al no desayunar al iniciar el día, le estamos enviando al cuerpo señales confusas porque le decimos que empiece a funcionar pero no le damos el “combustible” para que lo haga, por lo que él tiene que tomar recursos de otras partes del cuerpo como los músculos para poner en marcha las funciones del sistema.
Ahora, para realizar el proceso de digestión el cuerpo necesita energía suficiente que si no fue suministrada, él mismo te pedirá la ingesta de calorías que le aporten la energía que necesita y que inicialmente no le dimos.
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